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¿Qué va primero la meta o el objetivo?

Diferencia entre metas y objetivos

Las palabras meta y objetivo se confunden a menudo entre sí. Ambas describen cosas que una persona puede querer lograr o alcanzar, pero en términos relativos pueden significar cosas diferentes. Ambos son resultados deseados del trabajo realizado por una persona, pero lo que los diferencia es el plazo, los atributos que se fijan y el efecto que producen.

Ambos términos implican el objetivo que se desea alcanzar con los esfuerzos realizados. Las metas son genéricas para un logro o realización para el que se ponen ciertos esfuerzos. Los objetivos son metas específicas dentro de la meta general. Los objetivos están relacionados con el tiempo para lograr una determinada tarea.

Ambos tienen un plazo determinado. Las metas suelen tener un plazo más largo que los objetivos. Los objetivos suelen ser metas precisas fijadas a corto plazo. Las metas pueden establecerse para un plazo más largo, pero pueden fijarse muchos objetivos dentro de esa meta.

Objetivos inteligentes

La fijación de objetivos es el proceso de dar pasos activos para lograr el resultado deseado. Quizá tu sueño sea convertirte en profesor, músico o fisioterapeuta. Cada uno de estos sueños implica establecer y alcanzar pequeños (¡y grandes!) objetivos. Cada uno de estos grandes objetivos puede dividirse en otros más pequeños y alcanzables que te impulsarán hacia el éxito.

Los objetivos de proceso, rendimiento y resultado tienen una relación lineal. Esto es importante porque si logras tus objetivos de proceso, tienes una buena oportunidad de lograr tus objetivos de rendimiento. Del mismo modo, si logras tus objetivos de rendimiento, tendrás más posibilidades de alcanzar tu objetivo de resultado.

  La importancia y pasos para redactar objetivos en educación: ejemplos prácticos

Ejemplo de objetivos

¿Has participado alguna vez en una organización o empresa que nunca parece conseguir mucho? Por mucho que trabajes, no haces más que dar vueltas. El problema puede ser que no ha decidido a dónde quiere ir y no ha creado una hoja de ruta sobre cómo llegar allí. Desde el punto de vista de una organización, el problema puede ser que no se está centrando en lo que quiere conseguir y en cómo lo va a conseguir. A continuación se presentan una serie de pasos o declaraciones sobre cómo dar dirección a su organización.

El primero es una declaración de visión. Proporciona un destino para la organización. La siguiente es una declaración de misión. Se trata de una luz que guía cómo llegar al destino. Se trata de declaraciones fundamentales para la organización y los individuos que la dirigen.

Una vez que haya identificado lo que su organización quiere lograr (visión) y, en general, cómo se logrará la visión (misión), el siguiente paso es desarrollar una serie de declaraciones que especifiquen cómo se utilizará la misión para lograr la visión:

Qué es una meta y un objetivo

El establecimiento de objetivos implica el desarrollo de un plan de acción diseñado para motivar y guiar a una persona o grupo hacia una meta[1] Los objetivos son más deliberados que los deseos y las intenciones momentáneas. Por lo tanto, establecer objetivos significa que una persona ha comprometido su pensamiento, su emoción y su comportamiento para alcanzar el objetivo. Al hacerlo, la persona que fija el objetivo ha establecido un estado futuro deseado que difiere de su estado actual, creando así un desajuste que, a su vez, estimula las acciones futuras[2] El establecimiento de objetivos puede guiarse por criterios (o reglas) de fijación de objetivos, como los criterios SMART[3] El establecimiento de objetivos es un componente importante de la literatura sobre desarrollo personal y gestión. Los estudios realizados por Edwin A. Locke y sus colegas, sobre todo,[4] han demostrado que los objetivos más específicos y ambiciosos conducen a una mayor mejora del rendimiento que los objetivos fáciles o generales. Los objetivos deben ser específicos, limitados en el tiempo y difíciles. Los objetivos vagos reducen los recursos de atención limitados. Los límites de tiempo poco realistas intensifican la dificultad de la meta fuera del nivel intencional y los límites de tiempo desproporcionados no son alentadores[5] Las metas difíciles deberían establecerse idealmente en el percentil 90 de rendimiento[cita requerida] asumiendo que la motivación y no la capacidad es lo que limita el logro de ese nivel de rendimiento[6] Mientras la persona acepte la meta, tenga la capacidad de alcanzarla y no tenga metas conflictivas, existe una relación lineal positiva entre la dificultad de la meta y el rendimiento en la tarea[7].

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